Romina Trujillo, una joven que vive en Wilde; denunció al Sanatorio Trinidad de Quilmes por “mala praxis” y responsabilizó a los médicos que la atendieron por la muerte de su beba.
“Todo empezó el 27 de septiembre cuando voy a la guardia por los dolores que me traía el embarazo. En ese momento me dejan internada porque me decían que tenía que hacer reposo. Estuve 14 días y el 8 de octubre me hacen una ecografía en la habitación. Mi beba estaba viva; el ecógrafo me dijo que todo estaba normal” –relató Romina a éste medio.
Al día siguiente, el 9 de octubre; le dijeron que la beba que llevaba en su vientre estaba muerta. Le practicaron un goteo dentro de la propia habitación donde se alojaba. Romina debió tener atención quirúrgica. Sus otros dos hijos nacieron por cesárea y –debido a que es anémica; un parto natural resultaba perjudicial para ella y su beba. “Me dijeron que iba a parir en la habitación por comodidad” –continuó relatando la joven.
Romina asegura que su beba, a quien iba a llamar Lucia; nació viva. “Yo la vi, la tuve en mis brazos, se movía; y me la sacaron envuelta en un pañal dentro de una chata. Pedí que la llevaran a neonatología y me dijeron que no tenía sentido porque no había nada que hacer. Me la mataron”.
También acusa al sanatorio de haber falsificado la historia clínica y la epicrísis. “Se negaron a entregarme el cuerpo y tampoco le permitieron a la Policía; cuando hicimos la denuncia; hacerse de la documentación”.
Romina ya hizo la denuncia correspondiente que se tramita en la UFI N° 1 de Quilmes y dieron intervención a la obra social para que presente un reclamo ante el cuestionado sanatorio.
Este jueves a las 17 horas, Romina y su familia convocan a una protesta frente al nosocomio privado para pedir justicia.
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