La peatonal Rivadavia, principal arteria de la ciudad muestra un aspecto lastimoso; no sólo por la obra de refacción de sus veredas –una verdadera muestra de infuncionalidad y mal gusto- sino también por la mugre.
No se trata de papeles tirados –la empresa que hizo el rembaldozado retiró los cestos- sino por la presencia de basura tirada directamente en la calle.
Hace unos años atrás la empresa COVELIA contaba con una camioneta chica que ingresaba a Rivadavia a recolectar los residuos. La Municipalización no ha tenido en cuenta este detalle y por eso imágenes como esta suelen verse diariamente sobre la peatonal.
Tampoco hay barrido y los integrantes de una cooperativa encargada de la limpieza diaria hace mucho tiempo que no aparecen por la calle.
Los vendedores ambulantes hacen el resto: Tiran sobre la calle los papeles y cajas, o los restos de la comida que consumen.
Aquel obligado paseo de los quilmeños, que la poblaban mirando vidrieras o deteniéndose en un café o heladería las tardes de verano o los fines de semana, dejaron de serlo.
Hoy Rivadavia da asco
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