Este viernes personal de la Policía Federal por orden de la jueza Sandra Arroyo Salgado, y de la Policía Bonaerense intentaron en vano detener al dirigente kirchnerista, Marcelo Mallo; que en enero pasado tenía en su poder la pistola de la que partieron los disparos en el llamado “crimen de Unicenter”.
Este jueves este medio informó unas horas después del mediodía el descubrimiento policial respecto del arma. Mallo nos acusó en un medio nacional de mentir y realizar una“operación de prensa”. Al día siguiente la información judicial confirmó la noticia y el dirigente K comenzó a ser buscado por su posible responsabilidad en el hecho, junto al empresario Martín Magallanes; el ex barra Richard Laluz Fernández -quien ya cumplía una prisión domiciliaria en su casa por otra causa- y Jorge Moreira.
Ya en 2009 el fiscal de San Isidro, Diego Grau; había pedido estas detenciones, pero
el juez de Garantías de San Isidro, Esteban Rosignoli –que integra “Justicia Legítima”- las desestimó.
También está prófugo Leandro Giso; el amigo de Mallo a quien éste identificó como dueño de la pistola calibre 40.
Según José Novello –abogado del dirigente K- Mallo se entregaría a la justicia entre el lunes y martes; aunque se ignora si lo hará en el juzgado de La Plata a cargo de Cesar Melazo; o en San Isidro frente a la jueza federal Arroyo Salgado.
La excusa de Mallo en enero pasado cuando fue detenido por su posible vinculación con la fuga de los hermanos Lanatta y Schilaci; fue que Giso le había propuesto venderle el arma y que estaba en su domicilio hasta que se hicieran los trámites pertinentes.
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