Cualquier vecino que camine o recorra los centros de Quilmes o Bernal jamás encontrará un inspector de tránsito impidiendo el estacionamiento prohibido, o sancionando las faltas que pudiesen cometerse.
Es los llamados “zorros grises” (aunque en Quilmes son azules) están coimenado en las principales avenidas u rutas del distrito, donde no están expuesto a las miradas o fotos que registren su actividad ilícita.
Por eso este chofer de un camión de importantes dimensiones, se puede dar el lujo de lavarlo en Hipólito Yrigoyen entre Rivadavia y Alsina a las 11 de la mañana, en la acera donde se encuentran no menos de 5 paradas de colectivo.
El inescrupuloso sujeto sabe que nada la va a pasar. Si recorriera Dardo Rocha, Monteverde, Pasco, Centenario, la bajada de la autopista o Avenida La Plata; tendría que preparar uno o dos “evita o roca” para zafar de multas, detenciones o amenazas de acarreo.
Pero no. Esta frente a la plaza de la estación Quilmes. Ahí no pasa nada. Nadie le va a decir que no puede estacionar ese camión ni mucho menos, ponerse a lavarlo.
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