En los últimos días se produjo una serie de sugestivos robos en el Cementerio Municipal que, por su característica, hacen pensar en por lo menos una connivencia entre ladrones y autoridades.
Los delincuentes sustrajeron de la necrópolis local las placas de bronce de casi todas las bóvedas. Una tarea que demanda muchas horas y que, además requiere de un vehículo en el cual movilizarlas dado que el peso de las mismas supera una bolsa o mochila donde alojarlas.
Sin duda se requirió un vehículo y alguien debió observarlo, porque es poco probable que el robo se haya cometido durante los horarios donde se permite el ingreso de público.
Al parecer nadie vio nada o no quiso ver.
Este medio consultó a una antigua empleada, quien confirmó lo ocurrido. Según la gente del cementerio, estas cosas pasan porque a la necrópolis concurre gente que no trabaja allí a quien el director les permite ingresar para que “se hagan changuitas”.
Han visto camionetas de las que pintan paredes para Gutiérrez con gente totalmente alcoholizada, gritando y cantando, sin el más mínimo respeto por el ámbito en que se encuentran.
Dentro del cementerio había cámaras de seguridad instaladas durante la gestión Villordo, sin embargo nadie sabe si funcionan y quienes son los responsables de observar sus imágenes.
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