El pasado 12 de marzo la conducción de ATE Quilmes dijo haber inaugurado un policonsultorio para atención a los afiliados, ubicado en Vicente López y Rodolfo López.
Claudio Arévalo junto a dirigentes provinciales del sindicato cortaron las cintas del moerno edificio que 4 años antes había inaugurado la ex secretaria general, Selva Guillen; verdadera artífice del proyecto (ver nota aparte).
Paro –como es habitual en él- Arévalo volvió a mentirle a los afiliados. Es que el policonsultorio no posee habilitación y ni siquiera ha comenzado los trámites necesarios para obtenerla. Es decir: la inauguración no pasó del corte de cintas, porque no puede atender a nadie
En 2015, cuando Guillen finalizó por completo la obra, intentó habilitarla en la sub secretaría de Comercio del Municipio. No lo pudo lograr porque la puerta de emergencia abría para adentro.
Al poco tiempo dejó el cargo y quienes la siguieron al frente del sindicato, no cambiaron la puerta ni se presentaron al organismo municipal para solicitar que se permita su funcionamiento.
Tampoco concurrieron a la Dirección de Fiscalización del Ministerio de Salud de la Provincia donde se realizan los trámites para autorizar el funcionamiento de clínicas privadas o sindicales.
Este medio se comunicó telefónicamente con las autoridades de la Región VI y con la propia dependencia provincial. No existe ningún trámite de ATE Quilmes para habilitar el policonsultorio.
En agosto de éste año hay elecciones en ATE. Durante los cuatro años de gestión, Arévalo sólo se ocupó de mantener acuerdos poco santos con autoridades del Consejo Escolar para conseguir que los familiares de los dirigentes consiguieran conchabos estatales; defender a trabajadores problemáticos a quienes ni sus compañeros quieren, o hacer ruido y escándalo para hacerse notar.
Mientras tanto los auxiliares en las escuelas carecen de artículos de limpieza porque sus amigos del Consejo Escolar lo racionan; o muchos municipales con años de antigüedad ven cotidianamente como Arévalo elige “a dedo” a sus delegados sin consultarlos ni permitir que puedan presentarse.
A falta de hechos concretados por su gestión, no tuvo mejor idea que apropiarse de lo que no hizo – el Policonsultorio- pero sólo para la foto, porque ni en los cuatro años ni ahora se dedicó a poner en condiciones legales el edificio y recién realizó un plan de pagos por las deudas municipales que tampoco pagó en este periodo.
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