Después de 38 años de reinado Francisco “Ali Barba” Gutiérrez perdió la conducción de la seccional Quilmes de la Unión Obrera Metalúrgica a manos de Adrián Pérez, un joven surgido de sus propias filas, quien obtuvo 1.391 sufragios contra 1.163 del histórico monarca sindical.
Su llegada fue una suerte de bocanada de aire fresco; y una esperanza de renovación para un sindicalismo cuestionado por sus turbios manejos, su perpetuación en el poder y sus ligazones con muchos de los jerarcas de la dictadura militar.
Eras “los jóvenes turcos”: José Luis Lagar en Cercevecos; José Luis Lingieri en SGBATOS (Obras Sanitarias). Una legión de nuevos dirigentes que se encolumnaban detrás de Saúl Ubaldini y prometían “acabar con la burocracia sindical”, en referencia a los llamados “gordos” de la CGT.
Pero a poco de pasar el tiempo Gutiérrez y los otros demostraron que sólo eran una versión juvenil de los Lorenzo Miguel, los Casildo Herrera o los Cavallieri.
Ropa de marca, autos y chofer. Proscripciones a la oposición, delegados de fábrica elegidos a dedo, acuerdo con las patronales para tomar sólo personal acordado con el sindicato.
Las viejas prácticas en manos de nuevos dirigentes. Para Gutiérrez; Lorenzo Miguel; al que no se había cansado de denostar; pasó a ser el ídolo en quien reverenciarse, apenas le abrió la puerta en cargos de conducción nacional y por supuesto, en “la caja grande” del gremio.
Así comenzó a construir su carrera política. En 1993 apoyando a otro de los burócratas de entonces: Fue cuando Angel Abasto le colocó a Juan Carlos Chumen en la lista de concejales y “Ali Barbá” se olvidó de vincularlo con Massera-como había hecho hasta hacía pocos meses.
En 2001 logra su primer cargo. Fue diputado nacional del Polo Social, gracias a los millonarios aportes de su gremio y la figura de Luis Farinello; a quien pretendió traicionar dos años después, intentando llevar ese partido en apoyo de Adolfo Rodríguez Saa –tal como quería Lorenzo.-
En la misma línea enfrentó al peronismo unos meses después y fue candidato a gobernador contra Kirchner y Felipe Solá.
Gracias a las gestiones de su ex jefe en Montoneros –Carlos Kunkel- pudo volver al oficialismo y ganar la intendencia de Quilmes en 2007; no sin antes quemar los afiches de CFK (como graficó este medio por entonces) la noche que el PJ de la provincia intentó evitar la presentación de listas colectoras.
Ya en la intendencia se rodeó de lo peor del peronismo y lo peor de su propio gremio. Analfabetos con cargo de director. Piratas de la función pública -desplazados en otras administraciones- al frente de secretarías estratégicas. “Kiosquitos” en cada dependencia y por supuesto la corrupción generalizada que lo llevó a tener decenas de denuncias penales; hasta que el 2015 ni siquiera el peronismo lo votó y cayó en manos de Martiniano Molina.
Dos años más tarde, desplazado de cualquier armado K; recaló junto a Florencio Randazzo, y no tardó más de dos años en traicionarcuando lo dejaron competir nuevamente por la intendencia.
En ambas volvió a perder.
Este lunes y martes fue su última caída: A Francisco “Ali Barbá” Gutiérrez no le queda nada: El peronismo lo desprecia y ahora hasta en su gremio le dan la espalda. Bastaba ver los insultos y los cánticos jocosos contra su persona cuando salió en soledad a la calle Rodolfo López (sede de la UOM) después de conocerse los resultados.
El frente juidicial
“Ali Barbá” enfrenta varias causas judiciales. Su libertad era proporcional al poder que lo sustentaba. Ya sabemos qué pasa cuando los jueces presionados dejan de estarlo. Gutiérrez lo sabe y por eso tal vez considere mudarse a los EE UU donde viven las hijas de su primer matrimonio, y donde muchos dicen guarda algunos “dinerillos” no del todo bien habidos
El ex intendente se encuentra procesado en la causa investiga el desvío de más de 604 millones de pesos que recibieron de la cartera de Medio Ambiente para mejorar el tratamiento de la basura en sus municipios. Confirmado por la Cámara de Casación Penal.
Ocurre lo
mismo con la causa que más lo desvela: El contrabando y lavado de dinero. En ese expediente el ex abogado de la UOM nacional – Segundo Pantaleón Córdoba– confesó ante la justicia haber llevado dinero ilegal para depositarlo a nombre de los principales jerarcas de ese gremio.
Pero hay otra más en la que pronto puede ser llamado a indagatoria: La causa que lleva adelante el juez federal de Quilmes, Luis Armella; por el colosal fraude al Estado Nacional a través de la invención de cooperativas falsas para desviar el dinero del programa Argentina Trabaja.
Allí están con procesamiento confirmado todos los funcionarios que –junto a Gutiérrez- firmaron los Decretos y otras normas para poner en práctica el robo de bienes públicos. Inexplicable que su nombre no apareciera al momento de las indagatorias
El ahora caído en desgracia no fue incluido por la conocida complacencia del magistrado con quienes mueven piezas importantes en el tablero político. “Ali Barba” ya ni siquiera es un alfil…..y Armella lo sabe
