El balance de la Defensoría del Pueblo de Quilmes del año 2014 demuestra la inutilidad de un organismo cuando esta en manos de funcionarios corruptos o inútiles cuya misión es justamente, desalentar las quejas vecinales.
Durante el año que finalizó la Defensoría del Pueblo recibió menos de 600 presentaciones. Esto significa menos de 3 presentaciones diarias, si tomamos en cuenta la cantidad de días laborables del 2014.
Para este insignificante trabajo, hay designados 4 defensores –cuyo salario supera los 20 mil pesos por mes de cada uno- una secretaria general -12 mil pesos- y un plantel de 15 empleados; más el alquiler de las oficinas en el Círculo Universitario, y los demás gastos que trae su administración.
La designación del ex duhaldista, ex PRO, ex “gutierrista” (y ahora no sabemos) Luis Bratti; cumplió las expectativas del oficialismo: Desalentar cualquier tipo de denuncia o queja vecinal sobre el gobierno deFrancisco “Ali Barba” Gutiérrez.
Cuando la Defensoría de creo –en 1998- hubo más de 1.500 presentaciones en el año. Durante el periodo 2002-2006 con Obdulio Rosano al frente; la Defensoría tenía unas 3 mil presentaciones anuales.
Por entonces los vecinos hacían cola en la recepción esperando ser atendidos. Hoy el panorama es distinto: Empleados que toman mate o café, hacen crucigramas y conversan y funcionarios que ni siquiera van todos los días o realizan sus tareas particulares en lugar de atender a los vecinos.
La situación no es nueva. Fue una política central de Gutiérrez desarmar el único organismo de control existente. Lo hizo a partir del 2010 cuando designó a José María Salustio cuyos concejales eran más leales al jefe comunal que los propios; y lo continuó con Luis Bratti –uno de estos ediles boroccotizados- quien unos meses antes de finalizar su mandato, pasó a revistar lisa y llanamente en las filas del “gutierismo” (ver foto).
Los vecinos fueron sabiendo a lo largo de esos años que concurrir a la Defensoría con una queja, era una pérdida de tiempo; e incluso un posible problema. A mediados de julio del 2014 un vecino concurrió a la Defensoría a quejarse porque hacía más de un mes no levantaban las ramas en el frente de sui casa. A los pocos días recibió una infracción por podar.
Bratti logró ser designado Defensor gracias a los votos oficialistas, del PRO y de los concejales Darío“Nunzio” Miguel y Jose Cazzasa; en una escandalosa sesión donde el “gutierrismo” no respetó la ordenanza que rige el funcionamiento de la Defensoría.
Lo cierto es que nadie concurre al organismo y las pocas demandas presentadas son por temas relacionados con servicios públicos nacionales, función de la que también se ocupa la Dirección de Defensa del Consumidor.
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