Este lunes 8 de julio, en la víspera del 18º aniversario de fallecimiento del primer Obispo de Quilmes, Jorge Novak, se realizó una peregrinación por las calles de la ciudad y una Misa en la Catedral de Quilmes, con la participación del Obispo de Quilmes Carlos José Tissera, el Obispo Auxiliar de Quilmes Marcelo Margni, el Obispo Emérito de Quilmes Luis Teodorico Stöckler, el Obispo Emérito de Río Gallegos Juan Carlos Romanín, el sacerdote provincial de los siervos del Verbo Divino del Sur de Argentina José Luis Corral, y sacerdotes y diáconos de la diócesis de Quilmes.
Pasadas las 17 el Padre Obispo Margni bendijo el árbol de olivo que se plantó al lado del monumento del Padre Obispo Novak, en el parque que lleva su nombre (Vicente López y Smith, Quilmes), desde donde partió la peregrinación “‘Bautizados y enviados’ Testigos de la Fe”, hacia la Catedral de Quilmes (Rivadavia y Mitre, Quilmes).
A las 19 inició la Misa que contó con gestos que recordaron aspectos del obispo Jorge Novak, y testimonios de Luis Ripa, investigadora y ex profesora de la Universidad Nacional de Quilmes, de Carlos Cúster, quien fue diputado y embajador en El Vaticano, y Arturo Blatesky, pastor de la Iglesia Evangélica del Rio de la Plata, que compartieron distintas características del primer obispo de Quilmes, con el que trabajaron juntos.
Monseñor Tissera recordó en su homilía el compromiso del Obispo Novak con su pueblo, especialmente con los más pobres, y la huella que dejó con su ejemplo: “La prueba de que seguimos sus huellas es que en estos días crueles de frío, nuestras comunidades han respondido urgentemente a la propuesta de abrir las iglesias céntricas de los tres partidos, para alojar a la gente que padece en las calles el frío, la falta de alimentos, de trabajo y de un techo para vivir. El Padre Obispo (Novak) vive en el corazón de su pueblo; y nuestra gente, en medio de sus carencias, agranda su corazón para compartir. Más que el frío, lo que mata es la injusticia, la desigualdad y la indiferencia. Es inhumano acostumbrarnos a ver que la gente vive en la calle…” El Obispo de Quilmes también recordó a Monseñor León Kalenga Badikebele, Nuncio Aposólico fallecido el mes pasado y que compartió con la Diócesis de Quilmes la última edición de la Misa de la Esperanza en noviembre.
Cercanos al final de la Misa los obispos Tissera, Margni, Stöckler y Romanín, junto con los hermanos y sobrinos de Novak, compartieron la oración en su tumba que se encuentra en la Iglesia Catedral.
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