En su edición de este viernes el suplemento “El Quilmeño” del Diario Popular, denunció una grave denuncia de Mónica Morales ; una mujer que dio a luz a su quinto hijo en octubre del año pasado.
Mónica, una mujer de condición humilde, que vive en una casilla cercana al arroyo Las Piedras; relató ante ese medio que sus últimos días de gestación sufrió "la explosión" de su útero. "Llevaba un embarazo normal, lo había buscado. Según los médicos yo estaba de 37 semanas y, por eso, cuando comencé a manifestar dolores, ellos me decían que tenía que hacer reposo" -explicó.
Las molestias (contracciones de parto) comenzaron a ser cada vez más intensas. Durante cinco días, Mónica asistió varias veces al nosocomio porque sentía que ya estaba preparada para dar a luz, pero siempre recibía la misma respuesta. "Me decían que tenía que volver a mi casa y descansar. Me hacían tacto y tenía dos centímetros de dilatación. Pero yo sentía unos dolores insoportables", recordó con angustia.
Desde entonces, vive un verdadero calvario junto a Theo, su bebé, quien sufrió una parálisis cerebral del 90 por ciento "por mala atención de los doctores", aseguró.
El 24 de octubre, tras una semana de sufrimiento, asistió de madrugada para suplicar que le hagan una cesárea, pero la mandaron nuevamente a su domicilio. A las 10 de la mañana de ese día, regresó al hospital desesperada. "Sentía que me moría, tuve que rogar que me hagan un monitoreo. Luego de que me lo hicieron, estaba acostada cuando sentí una explosión en la panza, algo que se me rompía adentro. Comencé a vomitar y a tener pérdidas", relató.
De urgencia, Mónica fue sometida a una cesárea. "Esa explosión que sentí fue un desprendimiento de útero. Mi hijo nació muerto y los doctores lo reanimaron tres veces. Después estuvo convulsionando varias horas hasta que lo estabilizaron. El sobrevivió, pero a raíz de la falta de oxígeno quedó prácticamente con muerte cerebral", lamentó.
Varios días después de la cirugía de parto, la mujer confirmó con un neonatólogo que su hijo tenía 41 semanas de gestación y no 37 como le habían dicho, lo que incrementó su bronca.
El pequeño Theo Morales ayer iba a ser sometido a una doble cirugía de traqueotomía y botón gástrico, ya que no puede comer ni respirar por sus propios medios a raíz de las lesiones cerebrales.
Su madre, ahora, se encuentra desocupada ya que el pequeño requiere atención completa. "Necesito ayuda, no pude continuar mi trabajo en casas de familia. Le pido por favor a alguien que me ayude para darle a mi hijo una internación domiciliaria", exclamó Mónica adelantó que comenzó a trabajar con una abogada para realizar una presentación judicial por mala praxis.
Quienes deseen colaborar con Mónica, pueden comunicarse al teléfono celular 15-6707-5171.
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