Marko Silva, quien dice ser “cantante internacional” esta acusado de usurpar una propiedad en la Calle 335 N° 3250 entre 381 y 382 de Barrio Parque Calchaquí en Quilmes Oeste
A Silva se lo vincula en una relación amorosa con empresario farmacéutico Alejandro Roemmers, (FOTO JUNTOS) una de las fortunas más grande de la Argentina y se dice que el dueño de marcas como Lotrial, Sertal, Atlansil, o Amoxidal entre otras le da “todos los gustos”.
Aunque vive en el barrio privado Nuevo Quilmes y maneja una Ferrari de 400 mil dólares, Silva ocupó ilegalmente un terreno de más de 20 metros de frente donde se encuentra una vivienda a medio construir.
Los verdaderos dueños han realizado la correspondiente denuncia en la Comisaría 9ª –distante a 120 metros- y han entregado la escritura donde demuestran haberla adquirido en 2007 y colocada como “bien de familia”.
El usurpador no pudo entregar nada, salvo la prepotencia de su abogado; un ex concejal quilmeño a quien siempre se vinculó con el mundo del delito y sus conexiones con lo más corrupto de la Policía.
Las fuentes policiales con las que dialogó este medio aseguran que el año pasado Silva usurpó una propiedad sobre la calle Gutiérrez donde fue desalojado merced a una orden judicial.
Tal vez porque tiene la obsesión de vivir en el tranquilo e histórico Barrio Parque Calchaquí se le dio por usurpar terrenos.
Este sábado atrás los vecinos se sorprendieron al ver ingresar al amplio lote un grupo de operarios quienes –sierras en mano- cortaron añosos árboles del lugar. Junto a los trabajadores estaba Silva junto a algunos de sus amigos llegados en automóviles de alta gama; quien se presentó ante ellos indicando que había comprado la propiedad, que comenzaría a construir a la brevedad y que iba a colocar un paredón e instalar cámaras de seguridad.
Quien no le creyó el cuento fue un vecino que conoce a los verdaderos dueños y se tomó el trabajo de llamarlo. Allí se enteró que el “cantante” era un usurpador que pretendía hacerse ilegalmente de la propiedad, paralizada en su construcción desde harcía unos 10 años.
Uno de los propietarios –cuyo nombre reservamos a su pedido- nos exhibió la escritura y la exposición efectuada para denunciar la usurpación. “Compramos el 2007 y quisimos construir pero la situación económica no dio para la vivienda que pretendíamos hacer” – nos relató frente al lote, donde instaló custodia privada durante las 24 horas.
“Es increíble que tengamos que llegar a esto para evitar que se te metan en tu casa” –agregó.
Los números que no cierran
Marko Silva es una suerte de rapero cuyos videos tienen muchas vistas en Youtoube pero no se conoce una venta masiva de discos que produce su propio sello musical dado que las grandes compañías parece no haberlo registrado.
Tampoco se conocen del rapero show multitudinarios ni en Argentina ni en el exterior; lo cual abre la puerta sobre el origen de sus fastuosos bienes.
Una lujosa propiedad en el barrio privado “Nuevo Quilmes” donde sólo las expensas superan el salario medio de un trabajador. La costosa Ferrari en la que circula y por la que ha pagado sin muchos rodeo multas y traslados de grúa debido a su escaso respeto por las normas de tránsito.
Por eso la relación sentimental con el millonario empresarios de los fármacos más consumidos de Argentina; es la más creíble a la hora de imaginar el origen de los bienes y los lujos de los que Silva disfruta.
Ante cualquiera resulta extraño esta suerte de obsesión por usurpar una propiedad ajena. De alto valor inmobiliario pero con dueños legítimos que no tardarán en desalojarlo, como ocurrió hace tiempo atrás con el otro intento.
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