martes, 12 de febrero de 2019

El carromato de un centro cultural “trucho” obstruye una calle de Quilmes

Desde hace semanas un carromato sin ruedas está estacionado ilegalmente en Entre Ríos y Gran Canarias; a metros de la estación Quilmes; generando molestias e inseguridad en la zona.
El vehículo de gran porte pertenece a un centro cultural “trucho” llamado “La Pacha” montado ilegalmente en terrenos que pertenecen al ONABE y cuyo titular (o dueño) Francisco “Pancho” Ciavaglia; ex empleado de la subsecretaría de Derechos Humanos durante la gestión de “Ali Barba” Gutiérrez; esta acusado por agresión sexual por una comunidad de mujeres en México (ver http://diariomeridiano90.blogspot.com/2008/06/decenas-de-mujeres-evidencian.html y https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-4197-2008-06-25.html ) y fue increpado duramente por miembros de la agrupación “Hijos” en un acto en el Pozo de Quilmes por hacerse pasar por uno de ellos (ver foto)
El supuesto centro cultural no es otra cosa que un boliche donde se venden comidas como empanadas y locro y bebidas alcohólicas sin autorización del REBA.
Tan trucho era que –pese a identificarse con la Patria Grande- tenía montado en el terreno usurpado un “Tipi” , carpa que usaban los pueblos indígenas nómadas de Estados Unidos   (ver https://quilmes-ahora.blogspot.com/search?q=la+pacha).
Para seguir con las ilegalidades, Ciavaglia dejó abandonado el carromato en la calle, molestando la circulación de esa estrecha arteria, impidiendo el estacionamiento en una zona de alta demanda debido a la cercanía con la estación de trenes y generando un problema de inseguridad, dado que detrás del vehículo; suelen esconderse delincuentes que luego arrebatan carteras y celulares a quienes circulan por la vereda.
Desde estas páginas venimos denunciando desde hace años la ilegalidad de este centro cultural trucho, tanto por las graves acusaciones a su propietario como por la situación irregular en que se encuentra (insalubridad, violación a todas las norman municipales en la materia, etc).
Ahora se suma el problema que genera este carromato que dice pertenecer a una biblioteca y colectivo cultural del que se ignora por completo cualquier tipo de actividad.

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