Esta vez no fueron “rumores”, “intencionalidad política” alcahueterías de algún empleado que se quiere acomodar con la futura gestión y hace denuncias falsas; o éste periodista que confunde. Esta vez fue una médica del Hospital de Solano negándole a una mamá con su beba en brazos, una caja de Cefalexina, un antibiótico de uso común, producido en el país desde hace décadas.
Las imágenes y el sonido; fueron puestos en el aire por el canal de noticias TN, quien realizó un informe sobre la transición en distintos municipios, donde los oficialismos actuales perdieron.
Allí se pudo ver a un grupo de madres denunciando la falta de insumos, mientras la jefa de farmacia lo negaba, delante de estanterías vacías; y el intendente Francisco“Ali Barba” Gutiérrez; decía ante las cámaras que no faltaban medicamentos e incluso que había comprado para los primeros meses del año próximo.
Ante las cámaras también el jefe comunal justificó la decisión de no otorgarle a una joven madre un subsidio para poder atender las necesidades de su hijita. “No es tan fácil, hay que hacer informes ambientales, trámites. Es una decisión que tiene que tomar el gobierno entrante” –dijo Gutiérrez, al que le queda un mes más para poder enviar algún trabajador social que verifique si esa mamá y su beba los necesitan.
Un día de trabajo….otro más para hacer los papeles, el tercero para firmar el decreto; y otros dos o tres más para imputar el gasto y emitir el cheque.
Ni Martiniano Molina, ni otro dirigente político por más opositor que sea, va a objetar un gasto de 3 o 4 mil pesos. Después en todo caso, se verá continuarlo.
Quien se justifica de no atender a una beba, ha gastado éste año casi un millón de pesos en murgas, tomando el dinero asignado para mejorar las escuelas. El mismo que gastó de ese fondo unos 10 mil pesos hace dos años para que alguien de su entorno aprendiera como se fabrican zapatos con la piel de los pescados.
Este medio viene denunciando el vaciamiento de la comuna a manos de los funcionarios de Gutiérrez. Mostramos fotos del estado en que se encuentran la subsecretaría de Servicios Públicos y la Delegación Municipal de Quilmes Oeste. Allí había caños de hormigón que ya no están, y ningún funcionario explicó donde se colocaros –si es que no fueron sustraídos.
Mostramos a empleados municipales cargando CAJAS en una camioneta sin identificación. CAJAS, que no es lo mismo que escritorios cuyo traslado es común entre distintas dependencia. Mostramos una camioneta sin “plotter” que unos días antes estaba lleno de carteles de “Yo Cuido a Quilmes” ¿Para qué se los sacaron?. Eso tampoco lo explican.
No es un rumor que un empleado de seguridad pida una “carpeta médica” para evitar que lo comprometan a la hora de hacer un inventario. No es de alcahuete que un hombre de casi 60 años, con unos 30 en la Municipalidad; necesite “mostrarse” ante el intendente electo para obtener algún futuro beneficio.
Tampoco fue un rumor con intencionalidad política las declaraciones de varias mujeres en la puerta del Hospital de Solano. Ninguna de ellas piensa siquiera obtener un cargo en el futuro gobierno, y es muy posible que hasta hayan votado al actual intendente, amenazadas con perder los planes o la asignación.
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