Desde hace unos 30 años en Maipú entre Montevideo y De Pinedo en Bernal – a escasas 8 cuadras del centro de esa ciudad- el FONAVI edificó un complejo de 8 torres destinados a integrantes del sindicato de Luz y Fuerza.
Los vecinos del lugar se encargaron desde entonces de cuidarlo y mantenerlo prolijamente arreglado y han pagado la totalidad del crédito fijado por el organismo estatal.
Pero desde hace un mes aproximadamente, sobrevino el caos: Una pérdida de gas provocó el alerta de los vecinos. La empresa concesionaria comprobó una pérdida en uno de los caños y decidió dejar sin servicio a la totalidad del complejo hasta su reparación.
METROGAS tomó esta medida extrema porque –insólitamente- no hay llaves de corte individuales en cada una de las torres.
A este problema se le sumó otro que agrava la situación: Es que la empresa exigió para habilitar el servicio los planos del complejo; y aunque parezca insólito el FONAVI jamás le entregó a los habitantes ese documento, es decir que el organismo estatal que construye viviendas sociales, las hizo en forma clandestina e ilegal.
Claudia –una de las vecinas afectadas- dialogó con el programa “SIN VUELTAS” (FM MIA 88,5) “No tenemos planos y en muchos casos siquiera escrituras. Fuimos al FONAVI y no tienen registros del barrio. METROGAS no quiere darnos el servicio y nosotros no podemos hacer el arreglo por nuestra cuenta”.
Pero no es el único problema que enfrentan. También les falta agua porque uno de los caños internos del barrio se rompió y la empresa AySA dice que ellos solamente se encargan de reparar desde la calle hasta la línea municipal.
“En la Municipalidad no quieren darnos respuestas. Eso si….nos cobran la tasa por los metros cuadrados de cada departamento. No sabemos como hacen, porque si nunca recibieron los planos; como saben cuanto miden. Fuimos a ver a varios funcionarios y todos dicen lo mismo: Que se trata de un problema interno y lo tenemos que solucionar los vecinos” –agrega Claudia.
A la falta de gas y de agua se sumaron los cortes de energía. Los vecinos de los 60 departamentos del complejo debieron apelar a comprar cocinas y calefones eléctricos para cocinar e higienizarse. Los cables y los fusibles del viejo barrio construido por el FONAVI no soportan semejante consumo y estallan. Por supuesto EDESUR les dijo también que se trataba de un problema interno.
“Aca viven muchos jubilados. No podemos enfrentar los gastos que demandan poner todo en orden. ¿Cómo hacemos?. Nadie nos quiere ayudar y todos se lavan las manos” –se lamenta la vecina.
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