Este martes el diario “5 Días” publicó una nota relacionada con la convocatoria a una consulta pública realizada por la OPDS (Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable) para considerar la aprobación del llamado “Proyecto Techint”.
El organismo provincial viene desde hace años favoreciendo los intereses de la multinacional cuyos principales directivos están acusados en la justicia federal por delitos vinculados a la corrupción. El llamado “Puerto Madero del Sur” no escapa a las sospechas de pagos de sobornos a cambio de favores. Basta mirar los expedientes oficiales, para darse cuenta como los funcionarios públicos que deberían velar por el cuidado del medio ambiente; han hecho todo lo contrario.
Quien aparece en la imagen es Luis Betnaza procesado por el juez Claudio Bonadíocomo “partícipe necesario de la asociación ilícita” en la causa de los cuadernos K. Su rostro debe ser familiar para muchos empleados de la Municipalidad de Quilmes, que lo vieron entrar y salir de las oficinas del ex intendente Gutiérrez en varias oportunidades cuando el proyecto Techint era impulsado desde esa gestión. También pueden dar fe los empleados de la OPDS y de la Legislatura provincial de verlo caminar pasillos e ingresar a varios despachos de todos los bloques.
Betnaza –hombre clave en el grupo- confesó ante la justicia haber pagado sumas millonarias para favorecer a la empresa multinacional. Tal vez si tuviese que declarar por el negociado inmobiliario en Avellaneda y Bernal tomaría el mismo camino.
Y no es descabellado pensarlo. De judicializarse el caso –como anuncian los ambientalistas- podrían comprobarse las serias irregularidades cometidas por Techint y la OPDS en el proceso de conseguir la aprobación del proyecto.
Hace dos años, en oportunidad de tratarse la Ley de Bosques de la provincia, Luis Betnaza casi vivía en La Plata. Los registros de visitas a la Legislatura pueden confirmar la cantidad de veces que el lobysta de Techint concurrió al edificio del parlamento provincial como a los anexos de ambas cámaras. No estaría mal. Su trabajo es justamente convencer a quienes deben sancionar una norma de las supuestas ventajas de lo que ofrece. Claro que, cuando aparecen en los expedientes irregularidades groseras y mentiras deliberadas; todos pueden pensar que el operador se las ingenió para introducirlas, y eso nunca es gratis.
La Universidad y los planos
Hace unos años atrás la Universidad Nacional de La Plata fue encomendada para realizar el estudio de impacto ambiental sobre el proyecto “Nueva Costa del Plata”. Sus resultados fueron contundentes: La construcción de la mega ciudad impactaría negativamente sobre el resto del tejido urbano adyacente e incluso sobre el propio área a construir. Durante las entrevistas de la Comisión de Medio Ambiente con los distintos actores, los técnicos de la UNLP repitieron ante los legisladores lo mismo que escribieron en el estudio. Pero uno de ellos se sorprendió: En los mapas que llevó la OPDS aparecían zonas absolutamente libres que ellos relevaron como bosques. Incluso uno tomó un celular y mostró las imágenes satelitales de Google para hacer notar la diferencia. Donde el expediente se veía “en blanco” el mapa aéreo mostraba “verde”.
No es la única irregularidad: Misteriosamente en el proyecto aparece una autorización a Techint para canjear 15 metros a la vera del Río de la Plata por una franja similar en la parte oeste del trazado de su propiedad con el objetivo de adueñarse por completo de la costa y de esta forma, poder impedir el acceso a la misma.
Insólitamente la petición se aprobó, ignorando lo dispuesto en el Código Civil de la Nación (artículo 1.974) que establece en 15 metros la llamada “franja de sirga”. En el viejo era de 35.
Pero no es todo: los 15 metros que supuestamente “canjea” Techint, son en realidad, propiedad de la Municipalidad de Quilmes, que los ha entregado a la Universidad Nacional de Quilmes, al Club Don Bosco y a otras entidades. La multinacional canjea lo que no es suyo y encima lo presenta como “área verde de acceso público”.
Cuando la Cámara de Diputados trató el proyecto de la Ley de Bosques, varios legisladores marcaron estas contradicciones. No obtuvieron respuesta y la ley se votó por amplísima mayoría. Tres eran los legisladores quilmeños: Sergio Villordo, Fernando Pérez yEvangelina Ramírez. Villordo votó en contra y fundamentó el rechazo. Pérez se abstuvo y Ramírez levantó la mano a favor de entregarle a Techint parte de la selva marginal y los humedales que dos ordenanzas municipales –una sancionada en 1996 y otra en 2002 -que modifica la extensión del área- la protegen bajo la calificación
de Reserva Natural.
Informe lapidario
El estudio de impacto ambiental de la Universidad Nacional de La Plata es lapidario contra el proyecto. “El emplazamiento del relleno sanitario establece múltiples factores que pueden afectar al transporte de lixiviados del relleno a los cuerpos de agua, tanto superficiales como subterránea, líquidos lixiviados que emergían a la superficie en las cercanías del arroyo Sarandí, encontrando concentraciones mayores a las permitidas en cuanto a Mercurio, Cromo, Plomo, Zinc y PCB`s (GREENPEACE, 2004). De estos contaminantes, todos excepto el cromo se concentran en los organismos vivos de los cuerpos de agua del cual son receptores, además de causar graves daños a la salud si están presentes en el ambiente o se ingieren. Desde el año 2005, en múltiples áreas del relleno sanitario se registran emanaciones de gas metano, así como de otros gases no metánicos, la mayoría de ellos clasificados como contaminantes peligrosos, así como también diversos de estos gases representan factores de incidencia de cáncer en la población (Oszust, Monserrat, yPorta, 2007)” –advierte en una de sus partes.
El estudio de impacto ambiental agrega “La selva marginal contribuye a la mitigación de la influencia de los vientos provenientes del océano; la presencia de humedales, a la absorción de agua de lluvia y la purificación natural del agua. Las características ecosistémicas en combinación tienen una fundamental importancia para amortiguar las amenazas vinculadas con las crecidas del río, los fuertes vientos y la baja pendiente para el desagüe del terreno urbanizado (Delucchi, 2006)”
También en una Acsebrud, (2015). Transformaciones territoriales de la costa del partido de Quilmes. Tesis de Maestría en Ambiente y Desarrollo Sustentable presentada en Universidad Nacional de Quilmes por Ezequiel Acsebrud, en 2015.(Transformaciones territoriales de la costa del partido de Quilmes); pueden leerse los estudios sobre los efectos que tendría para una población de más de un millón de habitantes, la construcción de semejante proyecto inmobiliario.
Betnaza ya hizo “su trabajo” en Avellaneda
El proyecto Techint comenzó a conocerse en 2007. Aunque se trata de una propuesta compleja y delicada por todas sus implicancias, en Avellaneda tuvo un rápido tratamiento: En 2008 consiguió un favorable informe de impacto ambiental de la UTN y la sanción casi por unanimidad del Concejo Deliberante local.
Baldomero Alvarez de Olivera –Cacho como se lo conocía- gobernaba esa ciudad. En la UTN Regional estaban algunos hombres de su extrema confianza por entonces: El actual intendente, ingeniero Jorge Ferraresi, y el actual rector de la UNdeA, ingeniero Jorge Calzoni. La UTN con “más prisa que pausa” emitió en muy pocos meses un informe absolutamente favorable a la iniciativa que dejaba a cientos de agricultores históricos de la costa sin vivienda y sin trabajo; entre otros males.
Betnaza había hecho bien su trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario