La constructora “Viviendas Solano” , ubicada en Monteverde 2845 de Solano; estafó a más de 60 familias de Solano, Berazategui y Florencio Varela; a quienes les cobró señas que van desde los 50 a los 150 mil pesos por casas premoldeadas que jamás entregó.
El sábado 3 de agosto varios camiones de flete llegaron a local. Los camiones cargaron todo lo que encontraron cerraron el local y se fueron. Los dueños de los comercios aledaños vieron todo el movimiento y se dieron cuenta de inmediato que se trataba de un vaciamiento.
Es que para entonces, las persianas de chapa ya exhibían leyendas donde se tildaba a los titulares de la empresa de “Ladrones” o “Estafadores”.
Hacía meses que los clientes sospechaban del comportamiento irregular de los propietarios de “Viviendas Solano”. En abril y mayo, comenzaron a exigir a los compradores que finalizaran los pagos por los que pocos días antes habían entregado señas que representaban un 40 o 50 por ciento del total de la premoldeada.
Según habían pactado, se entregaba una seña y luego de instalar la vivienda; abonaban el resto. La empresa cobraba además entre 2 y 3 mil pesos por los gastos de flete.
Pero pasaban los días y los camiones que debían traer los paneles e instalarlos, no aparecían por los lotes de los compradores.
Para colmo otra de las exigencias que debían cumplir los clientes, era la construcción previa de un contrapiso. Allí fueron a parar otros 10 o 20 mil pesos –según el tamaño- por cada uno de ellos.
Excusa tras excusa los dueños y empleados del comercio, dilataban las entregas al tiempo que exigían más dinero. Algunas víctimas de la estafa señalaron que había una lista de entregas y se confeccionaba sobre la base del porcentaje del valor de la vivienda que se abonaba. Si pagaban la totalidad, iban a ser los primeros favorecidos.
Ya por el mes de junio el local de Monteverde estaba cerrado. Los clientes iban y golpeaban. Los atendían los empleados que decían desconocer qué sucedía, agregando que el encargado estaba enfermo y hacía varios días que no concurría. Un mes después las persianas se cerraron definitivamente y los teléfonos dejaron de ser atendidos. El WhatsApp sólo marcaba un tilde (que indica que el mensaje nunca fue recibido), la página de Facebook de dejó de existir y ninguno de los compradores supo más nada de la empresa, sus dueños o los empleados.
Esperando frente al local, comenzaron a conocerse. A contarse las dramáticas historias de cada una de las víctimas. Mujeres solteras que se empeñaron para conseguir los 100 o 120 mil pesos de la seña; parejas que vendieron automóviles para alcanzar el sueño de la vivienda propia y de pronto se encontraban con la nada misma.
Allí comenzaron a darse cuenta que no se trataba de casos aislados. Eran más de 60 familias las estafadas. De ellas una 40 ya hicieron las denuncias en distintas comisarías y este lunes se dirigieron a la UFI N° 2 de Quilmes, que lleva la investigación del caso. Algunos vecinos les dijeron que el dueño -de apellido Sammer- esta detenido en la actualidad
Entre ellos calculan que la estafa supera ampliamente los 3 millones de pesos, aunque estiman que con el correr de los días, aparecerán nuevas víctimas.
Por eso formaron un grupo de WhatsApp donde se pasan información y analizan como continuar con las denuncias.
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