Un “baño de realidad” para los poco humildes
En 2013 el Frente Renovador ganó las elecciones en Quilmes. Dos de sus concejales, Patricia Capparelli yDario “Nunzio” Miguel, fueron electos por esa fuerza gracias a la estructura que montara el ahora diputadoSergio Villordo.
Antes de asumir, Miguel abandonó el FR y se promocionó como candidato a intendente por el PRO, traicionando no sólo a la fuerza que lo llevó a la banca, sino a quienes lo votaron.
A los pocos meses Capparelli hizo lo mismo. De golpe la edil se sintió con la suficiente autonomía para creerse que dos notas periodísticas en medios locales, la hacían más conocidas que Susana Giménez.
Mordió la mano de quienes le dieron de comer, argumentando que ella no necesitaba de intermediarios, que tenía “línea directa con Tigre, donde si la valoraban por su trayectorias”
Entonces aparecieron los afiches empapelando la ciudad, los aviones molestando las siestas de los vecinos, los caros locales partidarios y hasta un colectivo ploteado que se ofrecía como oficina de campaña.
Hasta que llegó el día del partido y en los vestuarios, no había camisetas ni botines. El referí jugaba en contra y el DT ni siquiera los consideraba para “el banco”.
A “Nunzio” Miguel lo traicionó María Eugenia Vidal, que cuando la sedujo un reconocido cocinero, se dio cuenta que - su por entonces candidato- no servía ni para hacer un huevo frito.
A Capparelli se la llevó la diputada Mónica López, quien vino a Quilmes a levantar la bandera del feminismo, y -una vez que arregló la suya - terminó cortándole hasta los teléfonos.
En ambos casos vivieron “un baño de realidad” dado que “la humildad” la habían olvidado por debajo de las nubes.
La realidad es que ninguno “media nada”, que su nivel de conocimiento ciudadano era mucho mecho menos que sus ambiciones. Que sin estructura política, no se puede construir una candidatura ni pretender que los partidos siquiera los tengan en cuenta.
Antes de chocarse con la realdad, “Nunzio” Miguel fue a ofrecerse como candidato a senador por el“sciolismo”. El secretario general de la gobernación tuvo que contar lo ocurrido en la charla porque sus colaboradores creyeron que se moría ……porque no paraba de reírse.
Capparelli se fue del Frente Renovador y busca un destino donde recalar. Tal vez lo encuentre porque siempre es necesaria una mano que se levante "pa un lado o pa lotro"
Dentro de 2 años Miguel y Capparelli perderán sus bancas y difícilmente alguien se acuerde de los afiches, los aviones parlantes y los locales, que se cerraron como las expectativas que tenían.
Las PASO hicieron desaparecer la política. Ya no hay partidos: Hay candidatos. Ya no se necesita voluntad, se necesita "marketing". Lo demás forma parte de un pasado que inexorablemente se lleva puesto a quien no entieda las reglas de juego
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