Finalmente, y luego de casi 10 años; se concretó el desalojo del terreno ubicado en Avenida La Plata y Amoedo; usurpado por una parrilla ilegal cuyo propietario tuvo el amparo del gobierno de Francisco “Ali Barba” Gutiérrez a través de uno de sus más destacados patoteros.
Este lunes personal de la Comisaría 9ª junto a miembros del GAD y la Policía Local; llevaron adelante el desalojo ordenado por el Juzgado Civil Nº 10 de Quilmes a instancias del propietario quien debió lidiar contra el poder de turno cuyos abogados presionaron y amenazaron a miembros del Poder Judicial para impedir llevar adelante su tarea.
La ocupación ilegal comenzó en el año 2006 con n precario puesto de venta de chorizos; que se convirtió en una parrilla de grandes dimensiones allá por el 2008.
Su “propietario” era un delincuente de frondoso prontuario y ex “barra brava” conocido como “El Hueso”.
Gracias a las bandas armadas que Gutiérrez tenía a su disposición; este usurpador construyó en el terreno tomado un inmenso tinglado para instalar el negocio. Podían verse carteles de la “Corriente Felipe Vallese” en la marquesina de la parrilla; donde solìa estar por las noches Daniel “El Tigre” Formiga y su banda armada antes de salir a pintar paredes.
El descaro y la impunidad fue tal que en el año 2102 la Subsecretaría de Alumbrado Público a cargo de Jorge Barrionuevo; instaló una columna de alumbrado orientada a la parrilla en plena vereda. (ver http://quilmes-ahora.blogspot.com.ar/search?q=parrilla).
La energía eléctrica también era sustraída en forma precaria de un poste de la empresa EDESUR con el mayor descaro y poniendo en peligro a las personas que esperaban micros en la parada de Avenida La Plata,
El abogado de aquella gestión, Luis Valenga; era en defensor de “El Hueso” ante el juzgado civil donde se tramitaba el desalojo y fue quien logró liberarlo en la justicia penal cuando fue detenido por una de las tantas causas en su contra mientras regenteaba la parrilla.
Violencia durante el desalojo
Los efectivos policiales no tuvieron una tarea fácil. El grupo de usurpadores que continuaron manejando el comercio ilegal se resistieron desde el primer momento en que el oficial de justicia los anotició de la orden de desalojo.
Hubo insultos, amenazas y hasta un “piquete” en la puerta por parte de una familia que vivía en un galpón al fondo del terreno.
Incluso después de ser desalojados y mientras la consigna policial custodiaba; la familia intentó ingresar durante la madrugada; hecho que fue advertido por uno de los oficiales de la patrulla.
Ayer martes por la tarde, mientras se desmantelaba el tinglado; personal femenino de la Policía Bonaerense debió contener a tres mujeres muy violentas que seguían con la intención de ingresar o enfrentar a la consigna, anteponiendo menores en el medio.
Este miércoles los patrulleros seguían estacionados en la puerta mientras se retiraban las últimas chapas y se demolían las paredes de mampostería instaladas en el lugar.
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