Personal de la Policía Local de Quilmes detuvo a un joven (lo señalan como alumno de la Escuela de Bellas Artes) que había pintarrajeado un monumento en la Plaza San Martín.
El detenido –y un grupo de amigos que lo apoyaban- resistieron el arresto con la insólita defensa de estar realizando “arte callejero”, y propiciando insultos hacia el personal policial, a las autoridades de la comuna; y tratando al espacio pintarrajeado como “un monumento de mierda”.
Pese a agredir a uno de los agentes, el detenido pretendió acusarlo de haberlo golpeado y reclamaba por su integridad física.
Los supuestos “artistas” se cruzaron duramente con un grupo de vecinos que les recriminaban haber efectuado las pintadas en un espacio público que, para colmo, había sido restaurado recientemente.
No es la primera vez que estos “muralistas” atacan monumentos o espacios públicos tanto en Quilmes como en otros lugares del país. Ya durante el gobierno anterior, el ex ministro de Transporte, Florencio Randazzo; denunció a un grupo de jóvenes que desde las estaciones ferroviarias, realizaban graffitis en los vagones de trenes.
Si bien el muralismo es una tendencia artística mundial; quienes lo realizan suelen pedir permisos a particulares o gobiernos para utilizar los espacios donde realizar sus trabajos. En la gran mayoría de los casos los propietarios de paredones se lo facilitan para evitar pintadas políticas u otras similares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario