La nunca concluida terminal de San Francisco Solano se ha convertido desde hace mucho en un basural a cielo abierto, donde hasta la propia Delegación Municipal, suele arrojar residuos de todo tipo.
Cada 12 de Octubre para el aniversario de la ciudad, el intendente Francisco “Ali Barba” Gutiérrez promete reactivar su construcción, abrir la calle 846 y convertir el lugar en un espacio verde con juegos para los chicos.
El tiempo pasa y las promesas no se llevan a cabo, mientras tanto el lugar sigue siendo un basural y un refugio de maleantes.
Los vecinos –al igual que instituciones de la zona- han hecho innumerable pedidos para que por lo menos se limpie el lugar. No han tenido la más mínima respuesta, o mejor dicho, les han dicho veladamente que se trata de un castigo por haberse negado a que un funcionario municipal colocara un parque de diversiones privado en el lugar.
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