Este sábado Argentino de Quilmes volvió a perder: Fue ante Deportivo Merlo, y con ese resultado volvió a quedar en la última posición de la tabla de Primera B, al borde el descenso si se restablecen los promedios en la próxima temporada.
Se trata del mismo club que el año anterior disputó las semifinales del torneo reducido para ascender a la Primera Nacional.
¿Qué paso en el medio?. Nada más ni nada menos que la intervención amañada dispuesta por un juez influenciable que entregó el manejo de la institución “Mate” a la lista Celeste y Blanca; grupo interno incapaz de ganar una elección por otros medios que no fuesen los que han utilizado.
En varias notas anteriores nos hemos referido a la situación patrimonial del club desde que la manejable interventora, Paola Cápolo; diezmo el plantel profesional, las inferiores, el fútbol femenino y endeudó más a Argentino de Quilmes.
A seis meses de haber asumido, no sólo no mejoró ninguna de las situaciones que denunciaron quienes acicatearon por la intervención, sino que los ha empeorado.
La última acción inescrupulosa de Cápolo y su banda fue comenzar a perseguir a todos aquellos socios de la entidad que formaban parte de la anterior comisión directiva, simplemente simpatizaban con ellos o hicieron públicas sus críticas a la intervención a la luz de los desastrosos resultados futbolísticos.
Si ningún tipo de autoridad o atribuciones, Cápolo y su banda dieron de baja a socios con 10 o 20 años de antigüedad por el sólo hecho de atrasarse en el pago de las cuotas sociales.
Lo insólito es que el club está cerrado por la pandemia y concurrir a pagar la cuota sólo puede hacerse en días y horarios que la inmensa mayoría le resulta vedado por cuestiones laborales.
Socios que fueron a regularizar su situación (debían dos o tres meses) y se enteraron en la sede social que la intervención los había borrado del registro de socios.
Una clara maniobra para desterrar a futuro cualquier tipo de oposición y favorecerse en una eventual elección interna.
Todo por una pizza
Pero este fin de semana el hazmerreír en las redes sociales que llegan al “mundo Mate” tuvo que ver con una risueña pero lamentable situación que muestra a las claras la degradación institucional que Argentino de Quilmes a llegado con Paula Cápolo y su banda de inescrupulosos,
Desde el propio canal oficial –manejado por la banda que controla el club- se realizó un posteo agradeciendo a la pizzería “El Nuevo Candil” por haber donado a cambio del reconocimiento publicitario, 10 cajas de pizza para que el plantel profesional almuerce en el suelo, como puede observarse en la imagen.
El posteo fue borrado a las pocas horas cuando comenzaron a llover las críticas de socios y gente común que no podían creer que el plantel profesional de un club de fútbol comiera pizza sentado en el suelo; a la vez que se subieron imágenes de cuando los jugadores comían sentados alimentos elaborados y recomendados por especialistas, en el restaurante del club.
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