En el mediodía de este lunes familiares y vecinos de Jorge Adolfo Ríos se juntaron en la puerta de los juzgados penales de Quilmes para pedir la libertad de este jubilado que –en legítima defensa- mató a uno de los ladrones que intentaron robarle dentro de su propia vivienda.
Finalmente, y después de muchos e innecesarios cabildeos; el juez Martín Nolfi accedió a otorgarle la prisión domiciliaria; luego que el fiscal Ariel Rivas lo sometiera a una tortura psíquica insostenible para un hombre mayor y enfermo que simplemente se defendió frente a los delincuentes.
Ríos estuvo detenido desde el sábado por orden del fiscal Ariel Rivas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N° 1; uno de los funcionarios judiciales más sospechados y cuestionados del Departamento Judicial de Quilmes; quien no ha tenido el mismo criterio al dejar en libertad al violador de una nena de 14 años hace muy poco tiempo.
Jorge Adolfo Ríos, de 71 años mató a balazos a un delincuente que junto a otros dos cómplices al menos; entraron a su vivienda este sábado cerca de las 5 de la madrugada y lo amenazaron colocándole un destornillador en el cuello.
Los delincuentes lo habían sorprendido mientras dormía y lo golpearon brutalmente exigiéndole dinero.
En un momento en que se descuidaron, la victima pudo acceder a su pistola 9 mm y efectuar 6 disparos. Los ladrones huyeron y Ríos salió a perseguirlos, forcejeó con uno de los delincuentes y en el forcejeo un disparo impactó en Franco Martín Moreyra, un peligroso “barra brava” de 26 años de la villa La Vera con frondosos antecedentes penales; a quien no le importaron los derechos humanos a la hora de golpear ferozmente al herrero jubilado.
Moreyra es conocido en el barrio donde sucedió el trágico hecho. Vivía apenas una cuadras del domicilio de Ríos en Ayolas al 2700; y todos quienes lo conocían le temían, tanto a él como a su familia.
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