Foto: Arroyo Las Piedras

Silvina Juarez tiene 25 años. En octubre pasado le salió un forúnculo en un ojo. En un hospital privado de Quilmes le dieron cefalexina y una crema, pero el grano siguió creciendo. Un mes después se repitió en las nalgas. “No me quise atender por pudor, pero en diciembre, cuando me salió en las axilas, fui al Hospital Muñiz después de hacer varias consultas en distintas clínicas. Allí me dieron Bactrin y una crema para el entorno e hicieron un cultivo sobre el pus de los forúnculos y determinaron que se trata de un virus aéreo por la contaminación” –indicó.
No fue ella sola, a su hijo Juan Pablo de 2 años, le salieron varios en la cabeza y a su papá uno en un testículo y otro en la espalda.
Gracias al trabajo de los médicos del Muñiz se paró la infección, pero tanto en Silvina como en su hijo Juan Pablo, quedarán marcas y secuelas. “A mi me quedaron como hematomas en las axilas, no me crece el pelo ni tengo transpiración. A mi hijo le quedaron marcas en la cabeza y tampoco le crece el pelo. Ya los médicos nos dijeron que es para siempr”..
La familia de Silvina es un hogar de clase media. Su padre es operario de la Cervecería Quilmes y su mamá auxiliar en una escuela. Ella esta separada del papá de su hijo y viven en el barrio La Paz, bastante alejados de los arroyos,.
“Al lado de mi casa hubo dos casos, pero después me enteré de otros a 10 cuadras de mi casa. Mi prima que trabaja en Varela, me dijo que compañeros suyos que viven en la zona lindante a Solano; también tuvieron forúnculos de similares características”.
Dado que los médicos le informaron que se trataba de un virus producto de la contaminación aérea, la vecina fue a le Delegación La Paz a informar lo que estaba ocurriendo. “Me dijeron que llamara a Medio Ambiente, pero ahí me atendió un nene…si un nene, no un mayor con voz de nene. Un nene. Le dije eso a los de la delegación y me dijeron que a ellos le pasa lo mismo….que los atiende un nene.
En el hospital de Quilmes se vienen registrando muchos casos similares y todos de San Francisco Solano.
Una persona que integra el comité de crisis que co-administra el nosocomio, nos informó que desde octubre se vienen registrando muchos casos de furunculosis. El más relevante se presentó en enero en neonatología, donde debieron atender a un bebé de apenas 20 días con un forúnculo en uno de los cachetes.
El cultivo determinó que se trata de un “Sthaphilo coco de piel” un virus que nace y se desarrolla en la mugre y se contagia por vía aérea.
La semana pasada hubo otro caso similar con un chico de 12 años que presentaba la misma patología, y en Infectología hay muchos casos todos de San Francisco Solano.
Tanto el doctor Cañete –jefe de Infectología- como médicos y enfermaras de pediatría y neonatología, comunicaron la novedad al jefe del servicio de Pediatría –doctor Spindola- para que la traslade a las autoridades sanitarias; pero ignoran si la trasladó a las autoridades sanitarias provinciales,
En la zona donde se ha presentado este grave problema ambiental viven aproximadamente unas 150 mil personas; la gran mayoría en hogares pobres e indigentes, donde no existen servicios básicos y las condiciones de higiene son pésimas.
Dos son los arroyos que atraviesan Solano. La Piedras y San Francisco. Ambos están saturados de contaminación, son cloacas a cielo abierto y en sus lechos van a parar residuos urbanos, animales muertos y el vuelco indiscriminado de desechos de empresas contaminantes.
A seis meses del primer alerta, nadie en la zona ha visto que se tomaran medidas ni alertas sanitarias por parte de la Municipalidad de Quilmes tendientes a prevenir a la población sobre lo que está ocurriendo.