La crisis desatada ayer en la Comisaría 4ª de San
Francisco Solano (ver nota aparte) tuvo su continuidad en la jornada de este
martes cuando se conocieron nuevos testimonios y fotografías donde se da cuenta
de la represión que sufrieron gran parte de los detenidos después de la requisa
policial del lunes.
Paola –familiar de uno de los detenidos- señaló a este medio
que hay muchos presos lastimados y que solamente fueron atendidos 2 o 3 de
ellos.
“Los molieron a palos. Hay un chico con balas de goma en las piernas,
un montón de lastimados. Otro tiene quebrada una pierna y no los atienden”
–indicó Paola. (ver foto)
Justamente la foto que ilustra esta nota corresponde al
detenido a quien le arrojaron perdigones de goma en la pierna, y que fue
trasladado a media tarde a otra dependencia. En el rostro se puede observar las
marcas de golpes
La familiar enfatizó en señalar a las autoridades de la
seccional como responsables de lo ocurrido; denunciado además que ellos fueron
también agredidos en la puerta de la Comisaría “El comisario nos dice que no paso nada, que
fue una pelea entre presos; pero los chicos que salieron al hospital, nos dicen
que les pegaron y los remolieron a palos”.
Esta tarde 6 de los detenidos fueron trasladados hacia otras
dependencias policiales. “Lo que están haciendo es vaciar la
comisaría para que no puedan inspeccionar. Hoy no dejaron entrar ni siquiera a
los abogados ni a organizaciones de derechos humanos que vivieron a ver que
pasaba” –agregó Paola.
Uno de los jóvenes detenidos sufrió un ACV hace dos años y
necesita remedios que –según denuncian los familiares- la Policía no deja ingresar.
Desde la fuerza se sigue sosteniendo que la crisis comenzó
por una reyerta interna entre los presos, pero tanto los detenidos como los
familiares, insisten en que se trató de una requisa violenta donde el personal
policial ingresó a los calabozos “a
palazos limpio” –según describieron.
Ayer por la tarde noche, luego de un intento de motín donde
los detenidos amenazaron con incendiar colchones; un abogado pudo ingresar y
tranquilizó los ánimos con la promesa de atención médica a los heridos y el
cese de cualquier hecho de violencia.
Pero esta mañana –indican los familiares- se les negó el
acceso a la hora de ingresar ropa y comida y volvieron a escuchar gritos desde
el interior de la Comisaría
denunciando nuevos abusos.
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