La Escuela 39 comienza el ciclo lectivo con peligro de hundimiento

La comunicad educativa del la Escuela 39 comenzará esta semana el ciclo lectivo con graves problemas estructurales que representan peligros a alumnos y docentes.

Debido a la demorada conexión a la red cloacal, los pozos ciegos han provocado un principio de hundimiento en uno de los patios del establecimiento  donde juegan los chicos, por el constante problema de los pozos ciegos saturados debido al ascenso de las napas.

Si bien el Consejo Escolar –ante la insistencia de los directivos- ha enviado camiones cisterna, el paliativo alcanza para uno o dos días. Una mamá vivió un momento tenso cuando se una parte de ese patio se desmoronó.

Desde la Escuela señalan que desde noviembre pasado les vienen prometiendo la conexión a la red cloacal. Una obra simple y de poco costo que permitiría además de la tranquilidad de no vivir situaciones de peligro; evitar que las cañerías de baños y cocinas sea un inconveniente cotidiano

En enero la Municipalidad les  entregó cinco tanques de agua para reemplazar los vetustos  de fibrocemento que incluso, carecían de tapa.

Las cuadrillas del Consejo Escolar debían subirlos a los techos y realizar la instalación. Nada de esto ocurrió y los tanques “decoran” al SUM de la escuela, quitándole espacio a los alumnos. Eso si: A falta de agua potable, les envían bidones, cuyo costo es altamente superior a la tarea de normalizar la red.

Como recordarán los lectores, la Escuela 39 ha sido víctima frecuente de hechos de inseguridad. Además de los reiterados ingresos que ha sufrido en los últimos años; en diciembre le robaron a una profesora de ingles en la puerta del establecimiento a las 11 y “Sabemos quienes son, se lo dijimos a la policia, ellos los conocen, saben apellidos y direcciones.  Se lo  comunicamos a  Pauluzi (subsecretaria de Seguridad) .Todo se hace lento y no pasa nada” –señalan desde la escuela.

Increíblemente frente al establecimiento hay un tendido de gas natural, pero ni las actuales autoridades ni las anteriores ordenan la conexión e –invierno tras invierno- los chicos y docentes deben rezar para que lleguen los tubos de butano para calefaccionarse. Al igual que las cloacas, una problema de bajo costo que puede solucionarse rápida y efectivamente.