La Sala II de la Cámara Federal confirmó los procesamientos ex jefe de Gabinete,Aníbal Fernández, el ex ministro de Salud Daniel Gollán; su viceministro, y principal impulsor del millonario contrato, Nicolás Kreplak. por el llamado a licitación y otorgamiento del millonario contrato del Programa Qunita.
Los camaristas Martín Iruzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah confirmaron la resolución del juez Claudio Bonadio, quien había procesado a los funcionarios
La medida alcanza a los empresarios que participaron de la licitación y se quedaron con contratos que, sumados, llegaron a los 1100 millones de pesos.
El tribunal de dictó una falta de mérito para Juan Manzur, actual gobernador de Tucumán y ministro de Salud del kirchnerismo antes de Gollán
En cambio, sobre Fernández y Gollán, quienes firmaron la decisión final de la adjudicación, los camaristas señalaron: “Que la licitación en estudio fue llevada adelante con las irregularidades señaladas que irrogaron un perjuicio económico considerable a las arcas del Estado en tanto permitieron la afectación abusiva de una partida presupuestaria por un monto de $ 1.097.259.250 (para 140.000 kits) cuando la prevista originalmente para la operación era de $ 675.000.000 (para 150.000 kits).
CELEBRACION DE OCAÑA
La legisladora porteña y ex ministra de Salud de la Nación, Graciela Ocaña -que presentó la denuncia por este hecho- celebró que la Cámara Federal porteña “El negocio indigna bastante, porque era dinero del Estado que ahora le falta a la gente”, afirmó Ocaña.
Ocaña afirmó “Anibal Fernández era el máximo responsable de nuestro presupuesto, por eso está procesado. Esto se pergenió desde lo más alto del poder”. Sin embargo, se cuestionó sobre “el conocimiento puntual que tendría la ex presidente Cristina Fernández sobre el tema, pese a que ella lo presentó”.
La diputada agregó que “esto fue un gran negocio de La Cámpora. El que llevaba adelante las compras era Nicolás Kreplak, una persona de esa agrupación, que estaba a cargo de la secretaría que manejaba el programa. Esto demuestra el desapego de esta gente por el otro”.
Para Ocaña “el Plan Qunita es una buena política pública, pero terminó siendo un gran negociado en el gobierno de Cristina Fernández. El negocio era por la compra a más del doble del valor del set. Hasta se ponía en riesgo la vida de los chichos, porque se entregaban cunas de cartón prensado, que no aguantaban más de 7 kilos. Según informes del INTI, estas cunas no servían, algo que fue obviado por el kichnerismo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario