La actual concejal, María Luján Dubrocca; es por tercera vez candidata en las listas del intendente Francisco“Ali Barba” Gutiérrez.
Dubrocca, a quien muchos medios incluso bautizaron “la madame” debido a una investigación de éste medio que probó que un asesor suyo regenteaba un prostíbulo colindante con su local partidario (verhttp://corrupcionenquilmes.blogspot.com.es/2011/07/la-concejal-y-candidata-dubroca-y-el.html ) fue acusada junto a su marido –y asesor de Gutiérrez- Walter Chirizola de estafar a cerca de 400 personas prometiéndoles un plan de vivienda que jamás se concretó.
La denuncia la formuló en el periódico “Ejes del Sur” una vecina de Villa Lujan, victima del accionar de la edil y so esposo y el medio la tituló "DEMASIADO GARCAS"
Karina Cáseres (foto) conoció a Dubroca en 2005 cuando trabajaba en el comedor “El Carrusel” como beneficiaria del plan Jefas y Jefes de Hogar.
Allí la ahora candidata “gutierrista” les prometió a ella y sus compañeras sumarlas a un plan de viviendas a construirse en las tierras que posee en CEAMSE en la zona de Ezpeleta.
Karina Cáseres, al igual que alguna de sus compañeras, se ilusionó con poder tener una casa. Hacía unos meses que había entregado sus hijos a su ex esposo justamente por no tener un techo donde cobijarlos, y esta era la oportunidad de ofrecerles en el futuro un hogar.
Dubroca las citó a una reunión en el Museo de Artes Visuales primero, y a otra en el club Sarmiento. En ambas les dijo a las casi 400 personas que asistieron que el proyecto ya estaba en marcha, que el problema eran las tierras, pero que estaban trabajando con “nación y con provincia” para conseguirlas.
En la reunión del club Sarmiento Dubroca anunció orgullosa que la cooperativa que había formado bajo el nombre de “San Cayetano” contaba con personería jurídica y al mismo tiempo les dijo a los adherentes que debían pagar 100 pesos de aquel entonces (unos 1.000 de ahora) cada uno en concepto de inscripción, más 5 pesos por mes de cuota social. (foto)
Karina Cáseres creyó ciegamente en Dubroca y Chirizola. Al otro día pasó por donde le dijeron que se instalaría la sede de la cooperativa, y depositó los 105 pesos; al igual que muchos otros ilusionados con los planos, las fotografías y las palabras de alguien que en el club Sarmiento se presentó como “secretario” del entonces funcionario nacional Luis D´Elia, que apoyando a Dubroca y Chirizola, les dijo a los presentes que“la Nación esta muy interesada en el proyecto”.
TODO ERA MENTIRA
La gente comenzaba a impacientarse. Las reuniones ya no se hacían y en la sede de la cooperativa, Entre Ríos casi Urquiza (foto) nunca había nadie para dar explicaciones y a veces, ni para cobrar los 5 pesos mensuales de la cuota.
Al poco tiempo los asociados a la Cooperativa comenzaron a impacientarse y reclamar alguna señal sobre el proyecto prometido. Viendo que “las papas ardían” Dubroca y Chirizola llevaron a una parte del grupo a entrevistarse con el entonces secretario de Tierras y Viviendas, Luis D´Elia a sus oficinas de Corrientes en Talcahuano en la Capital Federal.
“Allí comencé a sospechar que algo raro ocurría” –señaló Karina Cáseres, comentando que en entonces funcionario les dijo a los presentes que no había dinero para adquirir las tierras, condición fundamental para cualquier plan de viviendas que pudiera encarar la Nación;
ENCIMA LES PIDIERON EL VOTO
Hacia marzo del 2007 Dubroca y Chirizola ya habían arreglado políticamente con el entonces candidatoFrancisco “Ali Barba” Gutiérrez. La mentira del plan de viviendas comenzó a servir como excusa para conseguir votos a futuro.
“Nos decía que Gutiérrez estaba muy interesado en el plan de viviendas y que él lo iba a llevar adelante porque tenía todos los contactos” –cuanta la víctima.
Gracias a eso logró que todos los quilmeños adheridos a la cooperativa terminaran depositando su voto a favor de la lista que llevaba a Dubroca como candidata a concejal. Pero las elecciones pasaron y la mentira continuó.
Después de octubre las víctimas del engaño volvieron varias veces a la sede de la calle Entre Ríos con la intención de saber qué pasaba con las viviendas. Nunca había nadie, ni siquiera para cobrar las cuotas.
El tiempo siguió pasando, y -como dijo Karina Cásares- “no se convocaba para reuniones, no nos llamaban por teléfono ni nos enteráramos de nada”.
En abril de 2009 una de las víctimas esperó toda la mañana a Dubrocca en la puerta del Concejo Deliberante de Quilmes para tratar de averiguar la situación del proyecto. La edila le dijo que había que esperar, que todo estaba en manos de la Nación, pero que iba a salir.
La señora, domiciliada en Wilde, le dijo que la gente estaba muy nerviosa y preocupada y que muchos hablaban de hacer la denuncia.
“Al que me denuncia, lo saco del plan” –dijo amenazante Dubrocca, como si en lugar de ser la secretaria de la cooperativa que preside su esposo, fuera la dueña.
GRACIAS A LOS CHINOS SUPIERON LA VERDAD
“Yo seguí esperando, es más, tengo pagas las cuotas hasta julio de éste año, pero un día leo en el Diario Popular que el intendente Gutiérrez dice que en donde nosotros íbamos a construir las viviendas, les va a entregar las tierras a los chinos para que hagan un parque comercial. Ahí me di cuenta que todo esto es una mentira, que esta señora nos estafó” – señala Cáseres, que sigue insistiendo en que seguirá peleando por todos los medios para conseguir la vivienda por la que luchó trabajando por 15 pesos diarios en una remisería.
Los terrenos prometidos son propiedad del CEAMSE (Cinturón Ecológico) y no son aptas para viviendas. De por si son bajas y carecen de todo tipo de servicios. Construir viviendas allí tendría un costo altísimo. Todo esto no se le dijo nunca a la gente, como tampoco se les dijo que los Municipios no tienen poder de decisión sobre estos terrenos que pertenecen a una sociedad del Estado compuesta por el gobierno nacional, el de la provincia de Buenos Aires y el de la Ciudad Autónoma.
Lo cierto es que la candidata Dubrocca y su marido Chirizola se hicieron con unos 40 mil pesos de entonces (unos 11 mil dólares) recaudados entre las 400 personas que aportaron la “cuota de inscripción”. Jamás hubo una asamblea, una rendición de cuentas ni una elección de autoridades.
Si las hubo, fue secreta, sin la presencia de Karina Cáseres ni de otras víctimas consultadas.
Tampoco se sabe el destino de los 5 pesos por mes, que resultarían unos 2 mil pesos mensuales. Mucho para una entidad que ni siquiera pagaban alquiler porque funcionaban en la casa del mismo asesor que regenteaba el “Puti-club”
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