Quilmes es el distrito con menor inversión pública en seguridad de todos los que componen el Gran Buenos Aires. Es el que menos cámaras y menos móviles tiene, además de un sistema obsoleto y la carencia de una política en la materia.
El colmo de lo absurdo –y una muestra de esta ineficiencia- es lo que ocurre en la esquina de Rivadavia y Pringues, en el centro quilmeño, donde hay colocadas en un poste de alumbrado nada menos que tres cámaras de seguridad, apuntando a distintos ángulos.
En todo Quilmes –según cifras oficiales- hay 260 cámaras. Una cifra exigua si se tiene en cuenta que las recomendaciones indican la necesidad de contar por lo menos con una cada mil habitantes..
Es decir que en una sola esquina hay colocadas en 1,5 de los 92 kilómetros cuadrados del distrito.
Una política acertada sería colocar un “domo” en lugar de tres cámaras obsoletas tipo “portero eléctrico” cuya inutilidad ya ha sido probada cada vez que la justicia requirió una filmación.
Averiguando un poco encontramos el motivo de esta sobreabundancia de cámaras en una sola esquina: Es que los hijos del “nacional y popular” intendente Francisco “Ali Barba” Gutiérrez, concurren al “Quilmes High School”,ubicado a escasos 50 metros, y el chofer que los lleva realiza ese recorrido.
El resto de los vecinos “ajo y agua” (a joderse y a aguantarse)
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