Este lunes unas cien familias ingresaron a 6 torres del complejo barrio Lomas de Quilmes, ubicado en Esquel al 1400 de Ezpeleta.
Dicen ser socios de la cooperativa de vivienda y consumo “Barrio Lomas de Quilmes” fundada en 2009 por un ex administrador del complejo, Oscar Lorenzo; quien –con la promesa de tramitar ante el Instituto Provincia de la Vivienda la adjudicación de los departamentos -comenzó a cobrar cuotas a través de una cuenta en el banco Credicoop sin autorización alguna del organismo estatal constructor del complejo.
La excusa para tomar las torres sin terminar, fue un rumor sobre una posible usurpación por parte de habitantes de un asentamiento cercano, creado justamente cuando los vecinos del barrio repelieron la intrusión a finales del 2011.
El barrio Lomas de Quilmes es un complejo destinado a integrantes de la Policía Bonaerense, el Servicio Penitenciario y otras fuerzas de seguridad nucleados en una mutual que realizara el convenio con el Instituto de la Vivienda.
La obra se detuvo en 2007 y muchos socios de la mutual se quedaron sin poder acceder a la vivienda. La burocracia del estado provincial demoró inexplicablemente la continuación de los trabajos y varias torres quedaron sin terminar.
Lorenzo prometió en 2009 conformar una cooperativa con la intención de proponerle al organismo provincial aportar los fondos necesarios para la culminación a cambio de la adjudicación a los socios.
Desde entonces las 100 personas que ocuparon los edificios depositaron su dinero y sus esperanzan en un proyecto sin aval oficial.
El ex administrador decía tener contactos muy fluidos con funcionarios municipales que supuestamente iban a destrabar la situación.
Pero Lorenzo se fue y en su reemplazo asumió como administradora Mabel Juárez, quien se desentendió de los manejos de su antecesor
Por eso este lunes los socios de la cooperativa se reunieron y decidieron tomar las torres, creyendo tener derechos de los que en realidad carecen.
Hace unas semanas el Instituto de la Vivienda había adjudicado a una empresa los trabajos para terminar dos de las torres. Menuda sorpresa se llevaron los empresarios cuando llegaron ayer a efectuar las tareas previas.
Pero existe un riesgo mayor que puede derivar en hechos muy graves: Los vecinos del barrio –que rechazan la ocupación- pertenecen a fuerzas de seguridad y ya han repelido “a los tiros” otros intentos. Por lo que pudo saber este medio, hay oficiales y suboficiales que se estaban reuniendo para tomar “acciones directas” si no aparecían las autoridades provinciales para solucionar el conflicto.
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