El secretario de Medio Ambiente, Claudio Olivares, y el director de Higiene Urbana, Horacio Rojas; se escondieron a través de una “chicana judicial” de la citación a indagatoria que debían realizar esta mañana ante el fiscal Jorge Saizar.
Los funcionarios presentaron un escrito pidiendo la recusación del fiscal, aduciendo un supuesto “prejuzgamiento” debido a las declaraciones que éste formulara al Diario Popular (ver nota aparte) sobre la citación que les había impuesto.
Normalmente cuando un periodista o un vecino denuncia la posible existencia de un delito, tanto el intendente Francisco “Ali Barba” Gutiérrez como sus funcionarios suelen repetir el consabido latiguillo “Que vayan a la justicia”, sin embargo ellos desistieron de defenderse.
La dilación –cuyo único objeto es ganar tiempo- deberá ser considerada por la jueza de garantías, Adriana Mitzkin, y eventualmente por la Cámara de Apelaciones, aunque es poco probable que sea aceptada si se tiene en cuenta que Saizar señaló al medio colega las mismas palabras que obran en la citación a indagatoria enviada a los imputados, cuyo contenido fue revelado por varios medios de prensa y cuyo carácter el público y no esta sujeto a ningún secreto sumarial.
La declaración indagatoria no es una condena. Muy por el contrario es la posibilidad que tiene el imputado de defenderse del delito por que se lo acusa. Quien se siente seguro de no haberlo cometido y cuenta con los elementos necesarios para demostrarlo, no rechaza la posibilidad de ejercer su derecho.
¿Será que Olivares y Rojas no tienen ningún elemento con el cual defenderse?
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