miércoles, 28 de julio de 2021

El frente JUNTOS debate qué hacer con un cuestionado candidato a concejal

 A las pocas horas del cierre de listas comenzaron a circular en redes sociales los   antecedentes del pre-candidato a concejal Walter “Coquito” Fernández; que ocupa el tercer lugar en la nómina del sector local que apoya a Diego Santilli.

Fernández –sin la menor militancia ni en la Coalición Cívica ni en JUNTOS-  llega a ese lugar de la mano de la mediática abogada, Mónica Frade; dueña de la “franquicia” de Elisa Carrió en Qulmes.


Pero quien en realidad lo promueve es la pareja de Frade: El ¿ex? SIDE, Carlos Rossi; amigo de Fernández y de Juan Carlos Ozuna, histórico dirigente del peronismo solanense  (ex delegado municipal de Francisco “Ali Barba” Gutiérrez, militante de la agrupación de Ricardo “Oli” Arguello y de Julio Nieto) y hoy empleado en el despacho de Frade.

“Coquito” Fernández es muy conocido en Solano. Vinculado al cuestionado dirigente Marcelo Mallo, no sólo trabajó políticamente con éste, sino que colaboraba en los aspectos “comerciales” y –dicen en la zona-   era el encargado de recordarle a quienes cambiaban cheques o tomaban deuda de Mallo cuando operaba un vencimiento.

En sendos reportajes radiales (UNCB Radio yFM WEN) el de esta mañana; Mallo reconoció la relación con Fernández y la militancia de éste en el sector del santacruceño  Rudy Ulloa.

Pero el principal cuestionamiento a “Coquito” no es su reciente pasado político (aunque debiera serlo a la luz de los personajes mencionados) sino una condena penal que tuvo en el pasado, y por la cual no existe impedimento alguno para ocupar funciones públicas.

Pero –fuera de lo estrictamente legal- su pasado lo marca desde el punto de vista ético para el ejercicio de un cargo legislativo. Muchos se preguntan: ¿Cómo podrá en el futuro el concejal Fernández sostener o simplemente respaldar una acusación contra un funcionario sin que le recuerden su prontuario?

Por eso hoy el sector de JUNTOS donde logró ser pre-candidato;  debate como impedir que lo siga siendo.

¿Pago de favores o “fuego amigo”?

La gran incógnita del sector que se referencia en Molina es descular las razones por las cuales Frade promovió la candidatura de un sujeto con semejantes antecedentes.

Entre sus cercanos y sus “periodistas” amigos han salido en defensa de  “Coquito” , argumentando que pagó su pena, que merece una segunda oportunidad y ponderando la reinserción social de quienes fueron sometidos a procesos penales.

Nadie duda del deber del Estado y de la sociedad en ayudar a quienes cometieron un error en su vida y lo pagaron. El tema es que “Coquito” –después de haber pagado su error-  siguió frecuentando el mundo cercano al delito ¿Ó la propia diputada Frade no sigue apuntando  como delincuente a Marcelo Mallo con el que Fernández transitaba militancia y oscuras actividades hasta hace escasos 5 años?

La aparente dueña del Rió Jordán sólo  bendice a quienes lo cruzan venerándola previamente.

Fernández trabaja en ARBA. Inexplicable también si se tiene en cuenta que el Estado solicita antecedentes penales a quienes aspiran a ingresar. Desde allí –dicen algunos- utilizó su acceso a información reservada y privilegiada para suminístrasela a Frade y a Carrió en sus denuncias.

Se conoce el caso de la esposa del ministro de Seguridad,  Sergio Berni;  afectada por la revelación de secretos fiscales, y se sospecha que otras causas fomentadas por el tandem Carrió-Frade se sustentaron en ese tipo de información confidencial: el empresario tabacalero Carlos Daniel Tomeo, el ex intendente Sergio Villordo, el ex funcionario  Walter Carbone; entre otras.

Una persona que conoce a todos los solanenses a quienes hacemos referencia le dijo a este medio hace escasos minutos: “Coquito lo vendió a Mallo que era como su hermano, porqué no lo va a vender a Rossi si esta a punto de quedarse sin trabajo?”. Hacía referencia a los temores de la familia Fernández por las supuestas amenazas de Mallo luego de ser detenido.

La otra hipótesis apunta a cuestiones más políticas: Si en esta elección la lista de Martiniano Molina gana o logra un resultado  por encima de la lista nacional; nadie volverá a poner en duda que es el indiscutido jefe político del sector y por ende el candidato natural a la intendencia en el 2023.

Si por el contrario pierde, u obtiene menos votos que la lista de Santilli; deberá aceptar dentro de 2 años competir contra quienes pretendan desafiarlo. Frade siempre manifestó su deseo de ser candidata a Intendente,  y hasta hace pocos meses formaba parte del grupo de adversarios de Molina a quienes –al decir de Borges- no los unía el amor sino el espanto.

La página que sigue

Frade ha enviado a sus “lacayos del sobre y los nombramientos”  una carta defendiendo la candidatura de Fernández. De hecho la foto que ilustra esta nota fue la distribuida por la propia  legisladora ¿Porqué oculta su cara y la de Fernández si son solo dos personas en la foto?

Es la respuesta a los sutiles pedidos de dirigentes locales para que reemplace en el periodo judicial de “tachas y enmiendas” a su candidato por otro.

Mientras tanto los más importantes dirigentes  locales de JUNTOS llaman por celular a los más importantes dirigentes de la lista de Santilli para “poner en autos” a la propia Elisa Carrió de lo sucedido; advirtiendo no sólo la repercusión local del escandalote, sino la nacional que se avecina.

Habrá que ver si la autodenominada “fiscal de la República” se convierte en una jueza garantista.

Por lo pronto ninguna de las dos tendrá a partir de ahora la autoridad moral para señalar con el dedo a quienes crucen un semáforo en rojo

PD: Les recomiendo leer una nota que publique hace unos meses http://quilmes-ahora.blogspot.com/2021/06/editorial-el-rio-sono-y-trajo-mucho-mas.html

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