Allanan una vivienda en el barrio COVENDIAR que era utilizada como prostíbulo

En  la madrugada de este domingo, personal de la Jefatura Departamental de Quilmes allanó un prostíbulo que funcionaba en una vivienda particular del barrio COVENDIAR en Ezpeleta, deteniendo a las personas que lo regenteaban de apellido  Caramez

Para llevar adelante la actividad ilegal, el matrimonio encerraba a cinco de sus hijos en una habitación excepto a la mayor  de 13 años a quien se la obligaba a repartir tragos

El operativo se llevó a cabo por pedido del titular de la fiscalía descentralizada, Daniel Ichazo y el Juzgado de Garantías N° 7 a cargo de Gustavo Mora; y fue coordinado por el comisario inspector Juan Vicente Cardozo, juntamente con el subcomisario Carlos Risso, titular de la Comisaría 6ª

También se procedió a la aprehensión de un sujeto mayor de edad que resguardaba la entrada y permitía el acceso a distintas personas. En colaboración a personal de fiscalización del Municipio de Quilmes se procedió al secuestro de gran cantidad de bebidas alcohólicas, camas, colchones, sabanas, condones, y a la clausura del lugar.

Así también, se logró la identificación de once hombres, cinco mujeres víctimas y seis menores de edad, estos últimos resultan ser hijos de los principales aprehendidos.

De acuerdo a tareas de investigación hechas por la Fiscalía;  se  estableció que durante los fines de semana el lugar era regenteado por la citada pareja, que utilizaban la vivienda para facilitar la prostitución de al menos cinco mujeres.

Al lugar asistían diversas personas, siendo que al momento de la irrupción policial la gran mayoría resultaban ser de naciones limítrofes a la República Argentina.

Los detenidos  fueron puestos a disposición de la autoridad judicial; mientras que la directora general de Políticas de Genero, Familia y Diversidad de la Municipalidad de Quilmes, Iliana Lingua, junto a un grupo de psicólogos y trabajadores sociales, colaboró para  asistir a las mujeres  que ejercían la prostitución a los fines de resguardar la integridad física y psíquica de los menores en cuestión; Se investiga además si la niña de de 13 años, a quien se la obligaba a trabajar como “mesera” era prostituida por sus padres