La llamada “refuncionalización” de la peatonal Rivadavia se esta convirtiendo el el “Yacyreta quilmeño” por la demora en su construcción y las sospechas de sobreprecios y negociados que la rodea.
A un año del inicio de las obras, todavía no esta terminada. Pero lo peor es que en ese periodo, las empresas debieron volver a ejecutar las tareas varias veces en el mismo lugar.
La foto ilustra la esquina de Rivadavia con Mitre. Como se observa debieron levantarse todos los ladrillos nuevamente. Hace apenas 4 meses fueron re- colocados, porque en realidad en octubre del 2013 se habían colocado por primera vez.
Hace un mes atrás el responsable de la obra, Daniel Braga; aseguró ante las reiteradas críticas de comerciantes y vecinos, que la obra estaría terminada a fines de octubre. Estamos en noviembre y todavía están re-reparando los trabajos mal hechos.
Según un inspector municipal –que es enviado para verificar las tareas- “la obra esta mal hecha del inicio porque no se hizo un contrapiso adecuado, con cemento y hierro en las esquinas. Eso hace que ceda el subrasante por efecto del agua y el peso de los vehículos”.
La obra fue licitada por un poco más de 6 millones de pesos y se calcula que se han pagado “mayores costos” por unos 4 millones más. Para los entendidos esta es la manera “legal” de sobrefacturar y de esta forma contar con recursos “para el vuelto”.
Recordemos que –cuando se licitó por primera vez- el proceso debió ser declarado “desierto” porque las ofertas superaban el 20 por ciento del valor estipulado en pliego. Al poco tiempo las mismas empresas ofertaron menos del valor original. Un hecho insólito en un país donde la inflación supera el 40 por ciento
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